lunes, 17 de agosto de 2015

Proximamente....... LA CUEVA DE LAS MANOS

Alumnos de 6° año representaron la leyenda de la cueva de las manos.
Aquí están algunas de las imágenes del audiovisual que estamos produciendo.




   

La cueva de las manos. 3° año

Los alumnos de 3° año recrearon con la silueta de sus manos La cueva de las Manos. 

Stop Motion- La leyenda de Murciélago por alumnos de 5to Año coordinado con Inglés

La Leyenda del Murciélago

Cuenta la leyenda que el murciélago una vez fue el ave más bella de la Creación. El murciélago al principio era tal y como lo conocemos hoy y se llamaba biguidibela (biguidi = mariposa y bela = carne; el nombre venía a significar algo así como mariposa desnuda). Un día frío subió al cielo y le pidió plumas al creador, como había visto en otros animales que volaban. Pero el creador no tenía plumas, así que le recomendó bajar de nuevo a la tierra y pedir una pluma a cada ave. Y así lo hizo el murciélago, eso sí, recurriendo solamente a las aves con plumas más vistosas y de más colores.
Cuando acabó su recorrido, el murciélago se había hecho con un gran número de plumas que envolvían su cuerpo.
Consciente de su belleza, volaba y volaba mostrándola orgulloso a todos los pájaros, que paraban su vuelo para admirarle. Agitaba sus alas ahora emplumadas, aleteando feliz y con cierto aire de prepotencia. Una vez, como un eco de su vuelo, creó el arco iris. Era todo belleza.
Pero era tanto su orgullo que la soberbia lo transformó en un ser cada vez más ofensivo para con las aves.
Con su continuo pavoneo, hacía sentirse chiquitos a cuantos estaban a su lado, sin importar las cualidades que ellos tuvieran. Hasta al colibrí le reprochaba no llegar a ser dueño de una décima parte de su belleza.

Cuando el Creador vio que el murciélago no se contentaba con disfrutar de sus nuevas plumas, sino que las usaba para humillar a los demás, le pidió que subiera al cielo, donde también se pavoneó y aleteó feliz. Aleteó y aleteó mientras sus plumas se desprendían una a una, descubriéndose de nuevo desnudo como al principio.

Durante todo el día llovieron plumas del cielo, y desde entonces nuestro murciélago ha permanecido desnudo, retirándose a vivir en cuevas y olvidando su sentido de la vista para no tener que recordar todos los colores que una vez tuvo y perdió.
Utilizamos las Tablets de los compañeros de 2° año.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Vinchas emplumadas

Comenzando a trabajar con el proyecto; " Entre vinchas emplumadas"
Alumnos de 1° y 2° año 




martes, 16 de junio de 2015


Talleres con padres


Elaboración de dioramas a partir de un cuadro de Vincent Van Gogh.
Trabajo en equipos intergeneracionales, con modalidad de taller.
Preparamos un vídeo para compartir algunas de nuestras experiencias con otras escuelas integrantes del Proyecto RED GLOBAL  en el encuentro del 17 de junio de 2015









lunes, 15 de junio de 2015



EL CERCO AZUL

Frente a mi casa hay un tupido cerco de enredaderas. Y todas las mañanas amanece azul, como si un trozo de cielo, durante la noche, se hubiera desmenuzado sobre él. Muy temprano, apenas me levanto, corro a abrir la ventana de mi cuarto para mirar el hermoso cerco azul. Debe ocultar muchos nidos porque son muchos los gorriones que entran, salen, y se agitan chillando entre el verde laberinto de sus tallos. A veces los chicos del barrio arrancan de sus bellas flores y se la ponen en las gorras mugrientas. Es como si llevaran penachos de cielo sobre la sucia cabeza. Pero la tiran enseguida. Ayer vi que el lechero al pasar, pegó al cerco con el látigo y la vereda quedó cubierta de campanillas mutiladas. Yo sentí una indignación profunda ante ese inconsciente y torpe acto de maldad. Creo que, mirando ese cerco, ya tengo un diario motivo de alegría para todo el verano. No sé por qué, me serena verlo tan lleno de viva y sana belleza y creo que me da una constante lección de optimismo floreciendo sin tasa, cubriéndose mañana a mañana con sus campanillas azules, a pesar de la avidez inconstante de los muchachos del barrio y de la crueldad torpe del lechero que, al pasar, le pega con el látigo.-